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Foto del escritorGina Nucamendi

¿Cual es el repertorio adecuado para tu voz?


Sobre todo, si eres cantante, pero también si trabajas con ellos, siendo productor musical, vocal coach, arreglista, etcétera, debes conocer que para elegir canciones y tonalidades hay muchas cosas que deben ser tomadas en cuenta.


Cada voz que es analizada es distinta a la anterior, podemos encontrar semejanzas por ejemplo en el timbre de sus agudos o la potencia al cantar, pero cada una tiene sus características muy peculiares, por ejemplo, cada voz tiene un rango vocal, brillo y estilo particular.

Empecemos entendiendo estos conceptos:


Rango Vocal:

Quiere decir el numero de notas que un cantante puede emitir de forma cómoda, desde su nota más grave hasta la más aguda. Este rango puede estar en constante evolución, por ejemplo, con un buen entrenamiento vocal puedes lograr llegar a más notas agudas o graves, pero, aunque tomemos eso en cuenta hay un rango bastante definido de las notas a las que puedes llegar con buena técnica y logrando un buen sonido. Hay casos excepcionales y variaciones, pero generalizando, un cantante puede tener entre 1 octava y media hasta 3 octavas de rango vocal.

Con esta parte de rango vocal se puede entender porque no todos podemos cantar todas las canciones en su tonalidad original, más que pensar en virtuosismo vocal es entender que los rangos vocales varían en cada cantante y hay notas en las que su voz lucirá mucho más que en otras y que existen notas a las que definitivamente no va a poder llegar, por eso en ocasiones es buena opción mover tonalidades o hacer algún arreglo vocal pero siempre tomando en cuenta la voz y personalidad del cantante en turno.

En un cover por ejemplo, no se trata de imitar o tratar de sonar igual a la versión original de la canción.



Registros:

Si eres cantante es primordial saber que tu rango vocal pasa por ciertos registros, un registro vocal es una serie de tonos consecutivos que se producen por un mismo principio mecánico. Seguramente has oído o pensado “esta nota me queda más en el pecho, esta otra ya sube a mi voz de cabeza”, eso es hablar de los registros de la voz. Para seguir entendiendo tu voz, debes saber en qué notas termina un registro y comienza el otro, a estos cambios se les llama “pase”. Estos son los registros de el más grave al más agudo:


Frito Vocal (M0): es el más grave, este sonido no se puede afinar y se logra cuando los pliegues vocales se juntan muy poco. Pecho (M1): es el que puedes sentir normalmente en la voz hablada y es el más utilizado tanto en habla como en canto. Tiene la sensación de voz pesada o completa. Falsete (M2): Es la parte de las notas casi más agudas, la voz puede sonar un poco más suave y también se le llama voz de cabeza. Silbido (M3): Son las notas más agudas, son sobre agudos, es un sonido muy liviano que no todas las voces pueden tener, de hecho, son pocas las que logran desarrollarlo por completo, un ejemplo de una cantante que lo tiene y logra utilizarlo muy bien es Mariah Carey.


Estilo:

Cada voz tiene características que la hacen única, por ejemplo, la agilidad, aunque es algo que se puede desarrollar con práctica, hay voces ligeras que tienen por naturaleza más facilidad para hacer cambios de notas o intervalos de manera más rápida y con una afinación exacta.

Otro ejemplo de esto puede ser el vibrato, este es un recurso para adornar la voz y es el temblor fisiológico y controlado de la voz con fluctuaciones sutiles del tono. Hay voces que lo hacen de forma más natural y se vuelve parte de su estilo.



En conclusión, es importante notar las diferencias entre cada individuo y sus voces, cada voz es tan única que las características fisiológicas como nuestra estructura ósea, tamaño del tubo epilaríngeo, pliegues vocales, etcétera afecta en el sonido que logra producir nuestra voz. La manera correcta de abordar una canción es revisando la tonalidad, observar si está dentro de tu rango vocal, trabajar la afinación, ver en qué parte luce más tu voz, hacer adaptaciones donde luzca menos y arreglos vocales que te permitan lograrla y trabajarla con tu propio estilo.


Es importantísimo conocer mucho tu propia voz, para esto te dejo un tip personal… ¡grábala! Después de trabajar una canción a detalle, cántala y grábala, al escuchar esa grabación podrás identificar mucho mejor tus aciertos y errores. Hay detalles que no podemos percibir de igual forma al estar dentro de tu propia caja de resonancia (tu cuerpo), así que de esta forma podrás analizarla mejor y notar cómo escuchan los demás tu voz, esto te dará la seguridad de entender mejor qué tipo de canciones son para ti.


Gina Nucamendi

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